mércores, 4 de maio de 2016

LÍRICA BARROCA


 REYES DEL SIGLO XVII:

Felipe III :

Inicia la época de los validos con el Duque de Lerma.
Acabó con la Guerra de los 30 años y expulsó a los moriscos ; esto conllevó a la bancarrota del país porque ellos eran los únicos que trabajaban las tierras.
Su política exterior se definía como paz, mientras que la interior como desastre y quiebra ; bancarrota.

Felipe IV :

Utilizó como valido al Conde-Duque de Olivares. Éste crea la Unión de Armas, que proponía el centralismo de la milicia, ante la cual Portugal y la Corona de Aragón respondieron separándose de España ; pierde las últimas posesiones españolas y consigue la Paz de Westfalia y de los Pirineos. Su política exterior brilla por las derrotas y la interior sigue definiéndose como crisis y desastre.
Este reinado también destaca por ser el Siglo de Oro de las Letras.

Carlos II :
Era una persona deficiente mental y físicamente. Se duda de hasta si sabía escribir algo más que su firma. Llegó al trono a los 4 años, pero realmente la que gobernaba era la madre : Mariana de Austria.
Murió sin descendencia y fue el fin de la dinastía de los Austrias en España. Se comenzó la Guerra de la Sucesión.
La política exterior era de desprestigio y humillación.
Económicamente no se podía estar peor.

 LA LÍRICA DEL SIGLO XVII:

A lo largo del siglo XVII, continúa el esplendor de la lírica del siglo anterior, aunque ahora los poetas, que reflejan en sus obras el desengaño y el pesimismo propios de la nueva sensibilidad, buscan la novedad y la sorpresa del lector. En numerosas ocasiones, esta búsqueda de la novedad se articula a partir de la denominada imitatio o imitación de un modelo clásico precedente con la intención de superarlo por medio del trabajo retórico.


Autores: Góngora, Lope de Vega y Quevedo

  • LOPE DE VEGA 
Lope Félix de Vega Carpio nace en Madrid en 1562. De familia humilde, sus aptitudes le permiten estudiar en la universidad de Alcalá. Su trayectoria vital está marcada por su tendencia enamoradiza 
y por sus altibajos espirituales: en su obra deja testimonio poético de sus múltiples relaciones, así como de su desengaño vital, que le lleva a ordenarse sacerdote tras la muerte de su segunda esposa. En sus últimos años de vida, las desgracias familiares, la soledad y los problemas económicos acentuaron un duro final. Murió en Madrid en 1635, habiendo obtenido el cariño y reconocimiento de todo el pueblo. Influido por la lírica tradicional, por la renacentista y por la conceptista y culterana de su época.

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

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  • FRANCISCO DE QUEVEDO 
Francisco de Quevedo y Villegas nace en Madrid en 1580 en el seno de una familia cortesana. Cursó estudios universitarios y tuvo responsabilidades políticas junto al duque de Lerma. Por oscuras razones sufrió prisión durante cuatro años en León. Murió en Villanueva de los Infantes en 1645, un año después de su liberación.
 En su obra poética domina el contraste: en ella se muestran actitudes en apariencia contrapuestas (moralistas, amorosas, burlescas o de circunstancias) y se mezclan la degradación de lo bello y la elevación de lo vulgar. Su obra, además, se caracteriza por la actitud crítica y sarcástica, por el profundo pesimismo y el desengaño, por la condensación del lenguaje propia del conceptismo, por la innovación en el léxico y por las rupturas sintácticas. 
Su lengua poética utiliza juegos de palabras, paronomasias, antítesis.
Entre sus temas destacan el amor, la muerte, el tiempo y el desengaño. 

Cerrar podrá mis ojos la postrera 5
 sombra que me llevare el blanco día;
 y podrá desatar esta alma mía 
 hora a su afán ansioso lisonjera6 ;

 mas no, de esotra parte, en la ribera,
 dejará la memoria, en donde ardía:
 nadar sabe mi llama la agua fría,
 y perder el respeto a ley severa 7 .

 Alma a quien todo un dios8 prisión ha sido,
 venas que humor a tanto fuego han dado,
 medulas9 que han gloriosamente ardido,

 su cuerpo dejará, no su cuidado;
 serán ceniza, mas tendrá sentido;
 polvo serán, mas polvo enamorado.

 5 Última. 6 Violento hipérbaton. El orden lógico del verso sería: “la hora lisonjera (la última hora será agradable) podrá desatar esta alma mía (pues se producirá la muerte, se separará el cuerpo del alma) a su afán ansioso (lo que al fin al cabo es la verdadera ansia del alma inmortal) 7 Se juega con la referencia a los lugares mitológicos del río Leteo y de la laguna Estigia, cuyas aguas deben cruzar las almas de los muertos, lo que significa la pérdida de la memoria mortal. 8 El dios Amor. 9 En esta época, con acentuación grave.


·    LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
 Nace en Córdoba en 1561 y desde muy joven vincula su vida a la iglesia. A los 56 años, ya famoso, dirige sus pasos a Madrid, donde obtiene el nombramiento de capellán real del monarca Felipe III. Enfermo y arruinado por sus deudas de juego, se retira a Córdoba para morir en 1627. En su lírica observamos la doble mirada de la literatura barroca, tanto la idealizada y entusiasta como la desengañada y escéptica.


Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido l sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello; 
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello, 
¡goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente, 
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente,
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada!



















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